10 de diciembre de 2009

Al Obrero y al gorrión……….Organización!!!!!

Ha pasado mucho tiempo desde el último articulo y no será que no he encontrado temas sobre los que escribir, pero una vez más, el día a día me come.

Tengo la sensación de que en la actual coyuntura hay cierta tendencia a poner el foco en los trabajadores como elementos clave en la recuperación económica, pero desde un ángulo inadecuado.

“La falta de flexibilidad laboral lastrará la recuperación económica”

“Con el coste de despido actual, los empresarios no se animan a contratar”

“la productividad del trabajador español es de las más bajas de la UE y eso nos aleja de la senda de la recuperación”

Solo falta por escuchar ¡al obrero y al gorrión, perdigón!

Si atendemos a este tipo de mensajes, parece que hubiera demanda pero no podemos atenderla por la rigidez del mercado de trabajo y cierta desidia de los trabajadores. Nada más lejos de la realidad. Parece evidente que la dificultad está en la debilidad del consumo, derivada de la falta de confianza y la restricción del crédito.

Pero vayamos por partes. En cuanto a la flexibilidad laboral y el coste de desvinculación, es muy probable que sea necesaria una reforma del mercado laboral, especialmente para minimizar la temporalidad y mejorar la eficiencia en las empresas, acercando las condiciones laborales a las de nuestro entorno. Pero quizá no sea el momento. El efecto negativo que sobre la confianza de los consumidores pudiera tener sería probablemente mayor que los posibles beneficios.

Y si hablamos de la productividad, podríamos realizar una encuesta a la población en general sobre la causa de la baja productividad española, y estoy convencido de que la explicación mayoritaria estaría relacionada con el “carácter” del trabajador español.

De hecho, en bastantes medios de comunicación, son muy habituales los comentarios sobre la tendencia al cotilleo, la pérdida de tiempo y, en definitiva, una actitud poco profesional de los trabajadores, como causa que lastra la productividad de nuestra economía. Por el contrario, son bien pocos los que explican en qué consiste y cuáles son los factores con mayor influencia sobre esta importante tasa de desarrollo.

En este sentido, la productividad es el cociente entre la producción y las horas trabajadas y mejorará cuando o bien, incrementemos la producción para las mismas horas de trabajo o bien, disminuyamos el número de horas manteniendo la producción, o, por supuesto, ambas. La productividad de un país se incrementará, de manera sustancial, en la medida que el peso de sectores más productivos se incremente frente a los más intensivos en mano de obra. Para ello, son necesarias políticas a nivel de gobierno que requieren de tiempo para dar resultados, pero en cualquier caso, no está en el objeto de este foro profundizar en ellas.

Por el contrario, desde un enfoque micro hay ámbitos de actuación que pueden mejorar la productividad en el marco de nuestras empresas, y sin duda, están en la responsabilidad de los directivos de estas. En ese sentido, la Dirección de RRHH puede tener una contribución clave:

- Como miembro del comité de dirección de las empresas, teniendo una orientación clara hacía la I+D+I de productos y procesos.

- Realizando un esfuerzo por incrementar la formación de los trabajadores, que permita incrementar las competencias del capital humano, en una situación tan difícil como la actual.

- Colaborando con otras áreas de la organización en la mejora de procesos y la eficiencia de recursos.

- Comprometiéndose con el desarrollo de las habilidades directivas de todos los líderes de la organización, utilizando la formación y/o herramientas como el mentoring o Coaching.

- Haciendo un esfuerzo en la Comunicación del proyecto empresarial y minimizando así la incertidumbre generada por la coyuntura actual, que paraliza el ánimo de todos los trabajadores, precisamente, cuando más necesitamos de su esfuerzo.

Tenemos un buen ejemplo en el sector de automoción. Está demostrado que en organizaciones en que se aplican estos principios la productividad de las plantas españolas es similar o incluso superior a la de sus homónimas en Alemania u otros países en los que la imagen de los trabajadores en general está mejor valorada (casos de Opel o Ford).

En definitiva, una organización en que no se pierde el tiempo y con una productividad en mejora constante, es más resultado de la determinación de la dirección en crear una cultura adecuada y desarrollar a sus líderes, que del “carácter poco responsable” del trabajador español.